La pandemia ha cambiado muchas de nuestras costumbres y nos ha descolocado, a la vez que nos ha movilizado y empujado a encontrar nuevas formas de comunicarnos y de encontrarnos, más allá de la virtualidad. Los espacios al aire libre han supuesto una oportunidad y aunque la realidad que se vive no difiera mucho, cómo la abordemos si nos cambia.
Y de esa oportunidad bien aprovechada, queremos hablar hoy, descubriendo la enorme resiliencia presente en estas mujeres que han salido fortalecidas encontrando apoyo mutuo, cuando más difícil lo tenían.
Ellas son mujeres que acuden al Proyecto Centro Lugo, de Cáritas Diocesana de Canarias, que acompaña y apoya a mujeres en contextos de prostitución y víctimas de trata con fines de explotación sexual. Consideran al Centro como su lugar de referencia y seguridad, y a media mañana se solían acercar a tomar café…un café que se convertía en un motivo de encuentro donde se compartían vivencias e inquietudes, y se desahogaban. Al llegar la pandemia y las restricciones impuestas por las normas sanitarias, ese espacio de encuentro se hizo inviable…¡hasta que se acordaron de la azotea del edificio del Centro y empezaron a hacer propuestas!…Esta pandemia ha favorecido un paso gigantesco en ellas: SER las auténticas PROTAGONISTAS del proyecto. Incluso se han puesto un nombre: quieren que se les conozca como “las azoteístas”.
Para saber más seguir el enlace en el que se describe su proceso.
