Adriana es una superviviente de la trata de personas con fines de explotación sexual. Ha descubierto que el color ha entrado en su vida, hasta hace bien poco en blanco y negro. Una sencilla y humilde propuesta que le hizo una persona que la acompañaba en su situación -pintar un marca páginas para venderlo y sacar algo de dinero- se ha convertido en el motor de un cambio personal que la ha hecho descubrir su valía como persona y transformar su realidad.
Hace unos meses ha presentado sus obras en un exposición organizada por la asociación Conviviendo Arenales, a través de la que relata su sufrimiento y también su esperanza.
Una de las frases que le oí decir a Adriana en una mesa redonda fue “a las prostitutas nos enseñan a hacer lo que no nos gusta, pero nadie nos enseña a hacer lo que sí nos gusta, y ahora estoy aprendiendo”. Ella por fin lo ha descubierto, se ha llenado de valentía y desde hace cinco años está fuera del ejercicio de la prostitución y es la auténtica protagonista de su vida, aunque reconoce que no está siendo fácil. Nada mejor que escucharla contar su experiencia.
Aquí dejamos el testimonio de Adriana y un enlace para saber más sobre su historia.